El portaaviones británico ha acogido unas pruebas con el UAV Banshee Jet80+ para ayudar a la tripulación del portaaviones a entrenarse para escenarios del mundo real volando como objetivos de amenazas realistas.
La demostración de entrenamiento formaba parte de la Fuerza de Aviación Marítima del Futuro de la Marina Real, que estudia cómo operará la Flota Aérea en los próximos años. Al demostrar con éxito el funcionamiento de los drones desde la cubierta de los portaaviones, la Royal Navy podrá ahora llevar los Banshees a bordo y realizar ejercicios de defensa aérea tanto para los F-35 como para los buques del Grupo de Tareas, en cualquier lugar del mundo, siempre que sea necesario, incluso durante el despliegue.
Los Banshees proporcionaron a la tripulación del HMS Prince of Wales la oportunidad de realizar ejercicios emulando misiles de crucero y aviones rápidos enemigos a los que podrían enfrentarse en una misión.
Los Banshee pueden operar casi rozando las olas del océano volando hasta 400 nudos, lo que supone un adversario realista contra el que entrenar. El uso de los drones como aviones enemigos fue esencial para ayudar a los portaaviones a mejorar sus capacidades de defensa, ya que el tamaño del Banshee es representativo de un misil entrante en los sistemas de radar.
Estas aeronaves no tripuladas podrían ser transportados por los buques de guerra de la Royal Navy y proporcionar formación operativa a los grupos de trabajo en cualquier parte del mundo, lo que les permitiría realizar ejercicios de defensa aérea bajo demanda para probar las reacciones y perfeccionar las respuestas.
El comandante Rob Taylor, jefe de Pruebas y evaluación Aérea de la Royal Navy, ha explicado, “Existe una necesidad real de un dron de bajo coste como el Banshee que pueda reproducir una serie de amenazas en los cielos y proporcionar un banco de pruebas para futuras cargas útiles. La clave es que un buque de guerra puede llevar este dron consigo en las operaciones, lanzarlo y utilizarlo para que el personal se mantenga alerta para contrarrestar las amenazas desde el cielo. La capacidad de adaptar la carga útil a diferentes tareas es también crucial para proporcionar valor por el dinero y la interoperabilidad en toda la flota”.
La demostración se llevó a cabo en el campo de tiro de las Hébridas del Ministerio de Defensa británico, y es sólo una de las opciones del Proyecto Vampire de la Dirección de Desarrollo de la Marina Real, que estudia sistemas autónomos ligeros y sin tripulación de ala fija.
El proyecto forma parte de una serie de demostraciones que ayudarán a definir la aviación de la Royal Navy del futuro a través de la Future Maritime Aviation Force, que estudia cómo operará la Fleet Air Arm en los próximos años.